Vieyra impugnado por la madre Sor Juana Inés de la Cruz, religiosa del orden de san Gerónimo, de la ciudad de México. Y defendido por la madre Sor Margarita Ignacia, religiosa de San Agustín, en su convento de santa Mónica de la ciudad de Lisboa.
Pónese al principio el sermón del mandato del Padre Antonio Vieyra, que impugna la Madre Sor Juana y que defiende la Madre Sor Margarita. Y al fin se añade la Oración fúnebre que dixo en las honras del P. Vieyra el Ilmo. y Rmo. Señor Don Manuel Cayetano de Sousa…
Autor(es) Principal(es): CRUZ, Juana Inés de la, Sor; VIEIRA, Antonio, P.
Autor(es) Secundario(s)/Defensor: IGNACIA, Margarita, Sor (Defensa); SOUSA, Manuel Cayetano de (Oración Fúnebre).
Madrid: Imprenta de Antonio Sanz, 1731. 8º, 509 pp.
Detalles: Contiene la famosa Carta Atenagórica (la crítica de Sor Juana) y la defensa realizada por Sor Margarita Ignacia, más la oración fúnebre por Vieyra.
Precio: 2500 euros
La librería atesora pocos volúmenes con el poder de condensar un cisma intelectual y un manifiesto protofeminista como esta formidable edición de 1731. Vieyra Impugnado… no es meramente un texto teológico, sino la arena de batalla donde la mente más brillante de las letras novohispanas, Sor Juana Inés de la Cruz, se enfrentó al predicador más célebre de Portugal, el Padre António Vieyra.
Esta obra no solo recoge el famoso Sermón del Mandato de Vieyra, sino la crucial Crítica de Sor Juana (la Carta Atenagórica), que fue su última gran obra pública antes de ser silenciada. La monja jerónima de México cuestionó la retórica barroca y el dogma teológico de Vieyra con una agudeza lógica y una erudición que demostró una supremacía intelectual sin parangón en el continente.
El valor de este impreso reside en su naturaleza polifónica. La Imprenta de Antonio Sanz en Madrid presenta el conflicto completo a tres voces:
La Tesis: El sermón de Vieyra sobre las finezas de Cristo.
La Antítesis: La impugnación de Sor Juana, un hito en la defensa del derecho al conocimiento femenino en una época de implacable relegación de la mujer al ámbito privado. Su entrada en el convento fue, en sus propias palabras, la única vía para dedicarse al estudio.
La Defensa: El volumen se completa con la defensa póstuma de Vieyra, realizada por Sor Margarita Ignacia, que busca restaurar el prestigio del jesuita.
Esta disposición de voces hace del libro un documento sociológico y literario de primer orden: la Tensión entre la Monarquía, la Teología Jesuita y la Intelectualidad de la clausura.
La publicación de 1731, tan solo unas décadas después del silenciamiento forzoso de Sor Juana y la subsiguiente entrega de su biblioteca y sus instrumentos de estudio en 1694, es un recordatorio de que el pensamiento, una vez impreso, no puede ser silenciado.
Vieyra Impugnado… es una pieza indispensable para bibliotecas universitarias y colecciones privadas que busquen entender el siglo de oro americano y el precio que la inteligencia femenina pagó por atreverse a debatir. Es el eco perdurable de un juicio que la Décima Musa ganó en el plano de la razón.





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