Reseñas Club Ubú:

Los grandes espacios, Catherine Meurisse (Editorial Impedimenta)

(escribe Fran, uno de los lectores)

Lo primero es la forma y el tamaño. No es un libro al uso. Te sorprende al tacto. Llama la atención el formato, como de cómic. Y la portada. Mitad verde, mitad azul. Mitad vegetación, mitad cielo. Ilustración de cuento o litografía antigua. Una tipografía clásica te anuncia el título con serenidad: _Los grandes espacios_ , Catherine Meurisse. No tengo clara la diferencia entre cómic y novela gráfica, la verdad, pero creo que el debate ―si es que lo hay― encontraría aquí un interesante objeto de discusión.

Cuando nos reunimos para comentar, el libro ―novela gráfica o cómic, como prefieras― ha gustado mucho. Compartimos la nostalgia de la naturaleza perdida. La tensión entre el campo y la ciudad. La ironía de la niña que no entiende las contradicciones de los adultos y las pone en evidencia. El sentido del humor. Catherine Meurisse, como en las historias de magia, dibuja una puerta de tiza en su deprimente apartamento de París y nos invita a pasear por sus recuerdos. Nos cuenta que, siendo ella niña, sus padres decidieron reconstruir una vieja casa de campo e irse a vivir a la naturaleza.

No se debe juzgar a un libro por su portada, dice el cliché, pero las lectoras saben que las portadas cuentan, y mucho. En este caso particular, todavía más. Primero, porque Meurisse es dibujante. Segundo, porque todo lo que narra en su pequeña historia, de una forma u otra, viene ya impreso en la portada: la evocación de la infancia, la comunión con la naturaleza, la solemnidad de lo clásico, la belleza del dibujo.

_Los grandes espacios_ se lee de una sentada. Es ágil, bonito y divertido. Tiene su buen pellizco de crítica. Es honesto y sencillo. Algunos dibujos transmiten tanta sensación de grandeza que parecen desbordarse de su propia viñeta. Terminamos la sesión discutiendo si el campo se ha convertido en un parque de atracciones para urbanitas. ¿Es posible consumir la naturaleza sin destruirla? No llegamos a ninguna conclusión clara, como no podía ser de otra forma. Pero ahí queda la pregunta.

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